Estirar es bienestar
Son la diferencia entre las lesiones y parones continuos y realizar tus
objetivos. Evita los dolores musculares y de espalda con sólo 20 minutos
diarios
Hay
muchos motivos por los que es conveniente estirar a diario, seguramente es el
ejercicio más suave, gratificante y que más ventajas aporta para el poco
esfuerzo que se hace.
Los
estiramientos son el punto de inflexión del sedentarismo al deporte. Gracias a
ellos podemos mantener los músculos flexibles y preparados para el movimiento.
Son fundamentales en la preparación y educación física, entrenamiento,
musculación, gimnasia y en general para cualquier actividad física.
Sus
beneficios son muy diversos: aumentan la flexibilidad y la extensión de los
movimientos, evitan lesiones comunes, como tirones musculares, torceduras,
tendinitis, sobrecargas, lesiones por stress muscular o molestias en las
articulaciones. Pueden ayudarnos en problemas tan distintos como la fascitis
plantar, síndrome del túnel carpiano, gases, insomnio, menstruación, ciática,
estrés, dolor de cabeza, dolor de espalda o tendinitis. Reducen la tensión
muscular y relajan el cuerpo, mejoran la coordinación de movimientos, el
conocimiento del cuerpo y agilizan la circulación y la oxigenación del músculo
y por lo tanto su recuperación. Estirar después del ejercicio previene el
endurecimiento muscular y la calcificación tendinosa además de ser una
sensación agradable.
El mejor
momento para estirar es después de calentar, sobre todo si el deporte que va a
practicar incluye cambios de dirección y de velocidad, como el baloncesto,
snowboard, tenis o squash. Se hará unos estiramientos suave y más concreto
y con más tiempo al finalizar cada deporte, pero pasados unos minutos. También
en cualquier momento del día, pero resulta mucho más eficaz antes de ir a la
cama para evitar que se produzca de nuevo tensión muscular por los movimientos
de la vida diaria. Ten en cuenta que cuanto mayor es la masa muscular, más y
mejor tienes que estirar, lo mejor es hacerlo a diario aunque no entrenes o ni
siquiera hagas deporte pero al menos, 4 veces por semana para mantener la
flexibilidad.
Calienta
siempre antes de estirar. La manera adecuada es con una tensión suave sin dolor
y mantenida 20 segundos. Pon atención en los músculos que se están estirando.
Concéntrate en ellos, y realízalo por grupos musculares, músculos de las
piernas anteriores superiores con anteriores inferiores, lo mismo con los
posteriores, no olvides el tronco: abdominales laterales, pectorales y espalda,
ni los brazos, al estilo de las piernas. Jamás hagas rebotes ni trates de
batir tu record de flexibilidad cada día, ten en cuenta que si te pases
estirando, lo que hará el músculo es contraerse y en la posición que estás
puedes sufrir una rotura de ligamentos tampoco aguantes la respiración durante
el estiramiento. Adapta los ejercicios a la estructura muscular, flexibilidad,
cualidades físicas y grados de tensión. Cómo todo, los buenos resultados llegan
con tiempo, perseverancia y paciencia.
Cuanto mayor es la masa muscular, más y mejor
tienes que estirar
La respiración mientras debe ser
rítmica y controlada, si se ésta doblando hacia adelante para estirar un
músculo, se espirará mientras se hace este movimiento y después, durante el
estiramiento, respiraremos despacio. No cortes la respiración mientras se
mantiene la tensión del músculo. Si esta posición impide respirar con
naturalidad es que no se está relajado, entonces debemos disminuir la tensión,
hasta que se pueda respirar con naturalidad.
Calienta siempre antes de estirar,
es algo fundamental, nunca estires sin calentar, así reduces el riesgo de
lesiones y se incrementa la flexibilidad. El objetivo es elevar la temperatura
corporal hasta el punto de empezar a sudar. Su duración será de un mínimo de 10
minutos y puede llegar hasta los 30 minutos, por lo que 25 o 20 minutos es
perfecto. El calentamiento debe ser suave o realizar ejercicios de movilidad
que imiten los que vayan a hacerse en el entrenamiento.
Ejemplos: andar rápido, correr
lentamente (o estáticamente), saltar a la comba, bicicleta, nadar o saltos.
Siguiendo esta serie de normas,
muy fáciles en cuanto te pongas manos a la obra, tus movimientos mejorarán,
serán menos torpes y más livianos, tu elasticidad aumenterá, evitarás
lesionarte con tu deporte incluso aunque te tuerzas un tobillo al correr,
ganarás fuerza en la articulaciones y tu calidad muscular será perfecta. Habrás
logrado una muy buena base para empezar a hacer deporte o para asimilarlo que
muchos desprecian y por eso no consiguen sus objetivos.
Todos los grandes deportistas y
famosos en buena forma estiran para mantener su forma física.
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